Hace años que cuelgo en el arbol de Navidad cosillas que he ido comprando por todo el mundo. Es gracioso ver la cara de los dependientes cuando compras un articulo así en pleno mes de agosto, o preguntas por ellos y tienen que irtelo a buscar a la trastienda o al almacen. Jajajja. Así el arbol está cargado de recuerdos de viajes y parece una sucursal verde de la ONU. Hoy he comprado ésto. Es la primera vez que lo veía y no sabía que existía siguiera. Este año, si no pasa nada, Windy compartirá espacio con los Papanoeles de Milán, Finlandia, con los zuecos de Amsterdam, los renos de ¡¡Thailandia!!, etc, etc, etc.
Espero que os guste. Os presento a la Windy Christmas colgante...
