Literal, ya que es una escala de grises media baja...

Al igual que la niña de las manos, esta fué una opción también para la gala benéfica, que, al decidir la niña de colores, y a posteriori, enseñarsela a mi mujer, decidió que esta pieza iba a ser su primer Abelart (Debería presentarla ella, pero bien, si dos se quieren, con que lo haga uno es suficiente). No ha sabido mal elegir, ya que, personalmente, la pieza tambien me encanta.
A diferencia de la chica de las manos, que ya no está en mi poder, esta está lacada en brillo y juntas hacía el dueto perfecto. Pero de forma independiente, ninguna de las dos tiene desperdicio alguno.
La pongo lateral, porque he de fotografiarla cambiando la configuracion de las luces, que cierto brillo, tapaba hasta mitad de la frente.
Nuevamente espero que os guste.